viernes, 13 de noviembre de 2009

jueves, 12 de noviembre de 2009

CONFIANZA


La confianza es la base de nuestro desarrollo como seres humanos; y esto significa el edificar nuestra conciencia con los valores superiores de dignidad y respeto hacia todos, y también quiere decir, autoestima y respeto propio.
La confianza es una fuerza interna, con la que podemos vivir y transmitir, cuando nuestro corazón no conoce el engaño, ya que ser real y verdadero, es de gran importancia en el camino espiritual y es la base de la paz interior y exterior.
Para lograr realizar y vivir en un mundo de paz y prosperidad, es importante comprender cuan esencial es proteger y cuidar nuestra mente y corazón y obrar en una forma correcta y justa, lo que fortalecerá nuestra fe y el corazón comenzara a vibrar con el propósito del Amor, lo que hará que la confianza surja, llenándonos de Amor hacia todos. Cultivemos la pureza de corazón y acción pues esto es espiritualidad verdadera.

ARMONIA


Hagamos un escenario valioso de la conciencia donde tengamos una participación verdadera y vital. Tengamos solidaridad e intereses creativos donde las aspiraciones nobles puedan madurar en el contexto de una opinión libre para poder acercarnos seriamente y con responsabilidad la gran diversidad de temas que la vida nos brinda, casi cada día.


De cualquier manera, la vida debe de tomarse con gran felicidad y gratitud para poder devolver esos mismos sentimientos.


COMPACION

La compasión supone una manera de sentir y compartir, participando de los tropiezos materiales, personales y espirituales que atraviesan los demás, con el interés y la decisión de emprender acciones que les faciliten y los ayuden a superar estos problemas.
Los problemas y las desgracias suceden a diario: las fuerzas naturales, la violencia entre los hombres y los accidentes. La compasión, en estos casos tan lamentables, nos lleva a realizar
campañas, colectas o prestar servicios para ayudar en las labores humanitarias.
Sin embargo, no debemos confundir compasión con lástima, ya que no son lo mismo. En este sentido, podemos observar las desgracia muchas veces como algo sin remedio y sentimos escalofrío al pensar que sería de nosotros en esa situación, sin hacer nada, en todo caso, pronunciamos unas cuantas palabras para aparentar condolencia.
Por otra parte, la indiferencia envuelve paulatinamente a los seres humanos, los contratiempos ajenos parecen distantes, y mientras no seamos los afectados, todo parece marchar bien. Este desinterés por los demás, se solidifica y nos hace indolentes, egoístas y centrados en nuestro propio bienestar.

PRUDENCIA


PRUDENCIA: La prudencia es una virtud de la razón, no especulativa, sino práctica: la cual es un juicio, pero ordenado a una acción concreta.
La prudencia nos ayuda a reflexionar y a considerar los efectos que pueden producir nuestras palabras y acciones, teniendo como resultado un actuar correcto en cualquier circunstancia. La prudencia en su forma operativa es un puntal para actuar con mayor conciencia frente a las situaciones ordinarias de la vida.


La prudencia es tan discreta que pasa inadvertida ante nuestros ojos. Nos admiramos de las personas que habitualmente toman decisiones acertadas, dando la impresión de jamás equivocarse; sacan adelante y con éxito todo lo que se proponen; conservan la calma aún en las situaciones más difíciles, percibimos su comprensión hacia todas las personas y jamás ofenden o pierden la compostura. Así es la prudencia, decidida, activa, emprendedora y comprensiva.

HUMILDAD




El valor que engrandece al Hombre es el valor de la Humildad. Sin la virtud de la Humildad, todas las demás virtudes dejan de serlo. Cuánto más grande es nuestra responsabilidad, más grande debe ser nuestra Humildad, entendiendo esta virtud como aquella que nos hace reconocer todo lo que somos y tenemos como algo recibido de Dios, para que lo demos en beneficio de los demás.

La Humildad como toda virtud, radica en el corazón del ser humano, y por supuesto se exterioriza en el comportamiento que esa persona tenga. Cuanto “más grande sea” alguien, mayor tendrá que ser su humildad, ya que esta virtud no es un patrimonio de los pequeños, de los que no aspiran a grandes cosas, sino al contrario, cuánto más grande sea una persona, ya sea por edad, conocimiento, capacidad, función, o lo que fuere, va a necesitar mucha más humildad.


PERSEVERANCIA

La perseverancia es un esfuerzo continuo. Es un valor fundamental en la vida para obtener un resultado concreto; siempre es gratificante iniciar un proyecto,existe una gran ilusión, sueños y esperanzas. Ese proyecto puede ser iniciar un nuevo ciclo escolar donde comenzarán resistencias y problemas. En esta nueva experiencia conoceremos personas que no nos agradan, o las exigencias podrán ser agotadora; entonces necesitamos tener la perseverancia bien asimilada para no se derrotados y tener la satisfacción de haber luchado por llevar a cabo las actividades necesarias para alcanzar lo que nos propusimos.


Con la perseverancia se obtiene la fortaleza y esto nos permite no dejarnos llevar por lo fácil y lo cómodo. Cuando hablamos de este valor, valdría la pena tomar un papel y ver nuestros propósitos para revisar si los estamos cumpliendo. Por otro lado, a veces no conocemos realmente a fondo nuestras capacidades para poder establecer objetivos que realmente podamos alcanzar.